En el año 2002 el presidente G. Bush firmó una ley pública, No Child Left Behind, para promover el uso de métodos educativos eficaces, poniendo énfasis en el uso de Programas Educativos que hayan sido científicamente comprobados como efectivos; y aportó fondos para que los educadores aprendan estos nuevos métodos. Estos métodos basados en la evidencia, o de Instrucción Efectiva, están basados en los principios de las ciencias del comportamiento, del Análisis Conductual.